Los pensamientos negativos son distorsiones cognitivas que suelen ocasionar que la persona sufra periodos de depresión, ansiedad o cambios de humor negativos que no le permiten llevar su vida satisfactoriamente.
Pensar en cosas que produzcan felicidad. Muchas veces hay pensamientos que dejan de estar presente cuando nos enfocamos en otros. Cuando podés pensar en acciones positivas estos retroceden.
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En conclusión, los pensamientos negativos pueden afectar nuestra salud mental y emocional si no son abordados de manera adecuada. Identificar y gestionar los diferentes tipos de pensamientos negativos es fundamental para mejorar nuestra calidad de vida y fortalecer nuestra resiliencia emocional.
Ridiculizarlo: repetirlo en voz alta con una voz graciosa o cantarlo como una canción absurda. Esto debilita su poder sobre ti.
También es un pensamiento negativo restarle importancia a las cosas buenas. Minimizar las cosas positivas o atribuirle una causalidad externa, es decir, que ha ocurrido por acción de otras personas o por pura suerte, suele ser un proceso cognitivo muy común en personas cuya mente ha sido invadida de pensamientos negativos, como es el caso de la depresión. Algunos ejemplos de este pensamiento negativo son:
Estos pensamientos negativos recurrentes son Thoughts y/o creencias distorsionadas que actúan a modo de sentencias sobre uno mismo, el mundo, los otros o el futuro.
Las terapias cognitivas conductuales y las ACT (de aceptación y compromiso) pueden ser una estrategia para trabajar con los pensamientos negativos. Especialmente para entender que no son la realidad sino una lectura que se hace de ella. La tarea será entonces, empezar a ponerlos en duda y cuestionar la veracidad de esas afirmaciones.
Identificar para qué sirvió ese pensamiento en el pasado. Hay pensamientos que son aprendidos, y se conservan porque en otro momento de la vida sirvieron para algo.
No dejes de trabajar en ti mismo ni un minuto. Incluso cuando te des cuenta de que has empezado a pensar en positivo, sigue adelante. La negatividad se cuela en nuestras vidas y cerebros con demasiada rapidez, así que tenemos que combatirla constantemente.
Las relaciones personales sufren cuando mantienes un enfoque negativo constante. Tus interacciones pueden volverse tensas y conflictivas. Esto sucede porque el pesimismo afecta cómo percibes las intenciones de los demás. Considera estos impactos en tus relaciones:
Sin embargo, sí que es posible elaborar una clasificación en donde encontramos los principales tipos de pensamientos negativos en función de sus características y el tipo de thought sobre el que se centren.
La concienciación es el primer paso hacia el cambio. Por eso get more info es tan importante el ejercicio de la goma elástica. Te despierta del sueño negativo que te has estado creando.
Se manifiestan en pensamientos como “todo me sale mal”, “nadie me quiere” o “nunca me eligen”, que se convierten en afirmaciones rígidas y difíciles de cuestionar.